NOSFERATU (2024)
Nueva interpretación o reinterpretación del mito de Drácula.
En este caso, Eggers, un maestro de la puesta en escena, opta por una versión
casi onírica de la historia. También es una versión más cerca de la versión de
Murnau, dónde el conde se llamaba Orlok (Murnau se negó a pagar los derechos de
la novela). Todo transcurre como en un delirio en el que nos vemos inmersos. Su
ambientación, como siempre, es sobresaliente… y en ambientación incluyo no sólo
la plasmación perfecta de la oscuridad de esa época, sino el ambiente en el que
consigue introducirnos.
Es de admirar que, pudiendo haber hecho una película de
terror más “fácil” sea tan valiente tanto en cómo se cuenta la historia como en
la introducción de escenas de una dureza y un sobrecogimiento que ya no solemos
ver.
Todos los actores están perfectos en sus papeles (quizá la
excepción sea el papel de Knock, que se le nota lo exagerado), pero para mí el
descubrimiento sin duda es Lily-Rose Depp. Diría que es ella sola la que sostiene
la película en ese nivel tan alto… Magnífica es poco. Destacar también a Bill
Skarsgård, el qué, a diferencia de en “It”, se oculta hasta no ver al actor por
ningún lado.
Vamos con lo que no me ha gustado tanto...
Primero algo relacionado con el romanticismo. En la versión
de Murnau, de la que bebe esta versión, el conde carece del encanto y del
atractivo refinado tanto personal como aristocrático del conde Drácula de
Stoker, el cual además rejuvenecía a medida que avanza la novela. Drácula no
teme a la luz del sol, en el libro pasea sin problemas por las calles de Londres.
Tanto en la novela como en la película de Murnau, la
relación de Mina o Ellen con el conde se produce a partir de la visita de Thomas
o de Jonathan al castillo, mientras que aquí la relación viene forzada por algo
que pasó en la infancia de Ellen. Es como si en esta versión el conde Orlok
fuera una especie de Vlad el Empalador, que resurge de la tumba por el deseo de
Ellen. No me gusta mucho, pero…
Aquí, ya que Ellen es tan importante, el final de la película
depende totalmente de ella, que se sacrifica para librar al mundo de la
criatura infernal. Me gusta más el final del libro, dónde Jonathan corta el
cuello al conde y Quincey le atraviesa el corazón, para más tarde convertirse
el conde en polvo con un gesto de paz en su rostro…
Salvando las evidentes similitudes con la historia original de Stoker (que ya trajeron cola en la época del Nosferatu original), esta versión del mito del vampiro transilvano es más inquietante y oscura. Mención especial para los efectos sonoros, que literalmente hacen crujir las butacas cada vez que Orlok le hinca el diente a una víctima. Las interpretaciones, coincido plenamente, todos están muy bien, especialmente Lily-Rose Depp y Nicholas Hoult (cuyo personaje va creciendo según avanza la película). Dafoe como siempre magistral, hace de forma brillante lo que le pongan por delante.
ResponderEliminarComo puntos negativos, la historia de que un noble de Transilvania se encapriche de una adolescente británica, bueno, puede llegar a ser creíble pero anda que no habrán adolescentes igual de encaprichables más cerca... así le saldría más barato y fácil el viajecito al Conde :) El rollo del sacrificio de la virgen en el bosque, en fin, para mí sobraba.
En general una buena adaptación del clásico inmortal (nunca mejor dicho).
Respecto al encaprichamiento, la peli lo cuenta como que es ella la que le llama y le despierta, no al revés. No sé si el director lo quiere contar así, pero parece coincidir con su despertar sexual, y después se debate entre el amor sereno y la pasión con el malote, que acaba consumando. Y, claro, al final trae todo el mal hacia los suyos "por guarra" jajaja
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