Retroreseña: 2001, UNA ODISEA ESPACIAL (2001: A space odyssey, 1968)
Hay una gran fuente de placer intelectual en revisitar grandes clásicos (tanto cinematográficos como literarios) mucho tiempo después de haberlos visto/leído por primera vez o de haberlos revisitado ya alguna otra vez. Nuestra mente y nuestro conocimiento va evolucionando con los años, y al volver a las obras que en su momento destacaron (para bien o para mal) nos hacen verlas con "otros ojos", muchas veces con un acercamiento más maduro que nos permite atisbar grandezas (y miserias) que habían pasado desapercibidas.
En mi caso partícular, 2001, Una odisea espacial fue una película que en su momento "se me hizo bola". Como ferviente fan de la literatura de ciencia ficción (y más específicamente de la "hard-scifi") de la que Arthur C. Clarke fue uno de sus más destacados y reconocidos autores, era evidente que su adaptación cinematográfica podría resultar una experiencia maravillosa. En mi caso la lectura de la obra escrita vino después del visionado de la película (normalmente es al revés), pero al ser tan antigua, pasé por la pantalla antes que por las páginas (maldita pereza). La verdad es que era demasiado joven e inexperto para comprender la grandeza de Kubrik y su estrafalaria perspectiva, y como muchos otros la película me pareción "lenta, aburrida y paranóica", y entiendo perfectamente cuando la gente la critica con estos y otros adjetivos similares.
Ojo, que con esta retroreseña no pretendo dar una "lección" en plan frikardo cultureta entrado en años que se las quiere pegar ahora de entendido, nada más lejos de mi intención, lo que me gustaría es poder transmitir las lecciones aprendidas y poner en valor, contextualizando, lo que con el paso de los años y el continuo aprendizaje me ha permitido entender y que antes no entendí. Y es que la obra lo merece.
Como siempre recomiendo llegado este momento, si aún no has visto la película, creo que lo más recomendable es verla sin ningún condicionamiento ni conocimiento adicional que ya puedas tener, y luego, si te apetece, volver para pensar sobre lo que has visto y sacar tus propias conclusiones (al más puro estilo "cine-club"). Mola mucho :)
Preludio
Stanley Kubrik consiguió convencer a Arthur C. Clarke para que guionizara su propia obra. El resultado fue la magnífica adaptación que podemos disfrutar hoy, a pesar de los cambios respecto a la obra original. 2001 es una novela que nació como un relato corto del propio Clarke llamado "El Centinela". Su popularidad hizo que reescribiera esta historia sobre unos extraños monolitos de origen desconocido pero claramente extraterrestre, con una profunda carga filosófica y una atmósfera misteriosa que prendió en la cultura y la imaginación de aquellos años 60. Atraído por lo irresistible de la historia y las ganas de experimentar, Kubrik convenció a la Metro Goldwin Mayer para hacerse con los derechos para la gran pantalla.
Kubrik venía de firmar una racha de películas impresionantes (atención a sus últimos títulos hasta entonces: Atraco perfecto (1956), Senderos de gloria (1957), Espartaco (1960), Lolita (1962) y Teléfono rojo ¿volamos hacia Moscú? (1964). ¿Qué podía salir mal? Si el director de moda quería probar con la ciencia ficción adelante...
El amanecer del Hombre
La película comienza avisando (el que avisa no es traidor) que no se trata de un "blockbuster" de moda, esto va a ser una experiencia única pero costosa, y es que lo primero que "disfrutamos" es una pantalla completamente negra con un sonido extraño de fondo (¿una orquesta preparándose para tocar una sinfonía?) durante casi tres largos minutos. Esto antes del logo de MGM... A continuación una espectacular introducción de un alineamiento entre el Sol, la Tierra y la Luna, con la potente melodía de "Así habló Zaratrustra" de Strauss de fondo, nos hace frotarnos las manos y olvidar momentáneamente el extraño comienzo anterior. Todo parece estar ya en orden. Pero una larguísima secuencia de distintos planos de paisajes nos vuelve a poner sobre aviso: Kubrik está desatado, y va a contar la historia como le venga en gana.
Los planos nos van acercando a un grupo de homínidos (homininos como se llaman ahora) que vivieron en algún lugar de las planicies de África hace unos 4 millones de años. Allí subsisten junto con otros mamíferos ramoneando y aprovechando el agua de una charca, hasta que un grupo rival de homínidos les echan de allí y se quedan con la charca. Encima hay un leopardo que de vez en cuando aparece y se los zampa, el grupo, exiliado y atemorizado está destinado a extinguirse pronto.
Pero una mañana algo cambia. El lider del grupo (en la obra escrita sabemos que se "llama" Moon-watcher) despierta y ante sí tiene una extraña losa erguida de color oscuro, que parece absorber toda la luz, claramente artificial con una forma rectangular perfecta. De nuevo, en el libro nos explican que sus dimensiones son 1x4x9 metros (1^2 x 2^2 x 3^2). Moon-watcher y el resto del clan están inicialmente aterrados pero excitados al mismo tiempo, y pronto todos ellos pierden el miedo y posan sus manos alrededor del extraño monolito.
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¿El primer WTF de la Historia? |
Pronto el clan de Moon-watcher aprende a utilizar huesos y otros objetos como herramientas y armas, un hito que les hace recuperar su charca, aprender a cazar y no tener que pasar hambre nunca más, y en definitiva evolucionar y pasar de ser simples animales a una especie que se acabará convirtiendo en el homo sapiens. En una elipsis mítica y maravillosa que ya forma parte de la historia del cine, Moon-watcher lanza el hueso que utiliza de herramienta/arma hacia el cielo girando, y la cámara que lo sigue cambia a un plano de una nave espacial ahusada en órbita alrededor de la Tierra.
Durante quince largos (larguísimos) minutos, la aclamada obra maestra de ciencia ficción tan solo nos ha mostrado planos de monos gritando y peleándose, lo remarco solo para imaginar las caras de circunstancias de la inmensa mayoría de los espectadores en las salas de cine de finales de los 60, pensando que iban a presenciar algún tipo de historia de tipo "Star Trek", serie que llevaba ya un par de años de emisión y que causaba sensación por entonces con sus aventuras de ciencia ficción de serie B.
Clavius
Con la mítica sinfonía de "El Danubio azul" de fondo, la acción ahora nos lleva a una nueva secuencia larguísima en la que una especie de nave espacial aerodinámica se acopla a una estación espacial con forma de doble rueda que gira para generar gravedad artificial en sus pasillos circulares. Nada de disparos láser, nada de imaginarios ruiditos imposibles en el vacío espacial, todo inercia, todo lento, pulcro, seguro... aburrido.
Revisitando la película he de decir que empiezo a entender el por qué de todo esto. Se trata de contar una historia, algo trascendental y que no tiene que ir ligado a acción, emoción, adrenalina, ni nada por el estilo. Es una historia que se desarrolla durante millones de años, y no requiere ningún tipo de acontecimiento puntual especial o de algún peligro inminente que solucionar. Por eso Kubrik (y Clarke en su relato) se toman su tiempo para introducir bien el momento y el argumento. Se deleitan (iba a decir se revuelcan, pero no queda tan fino) con la inercia y con la ausencia de gravedad, imaginando un futuro año 2001 en el que hay futuristas aviones-autobus a la Luna (sin comentarios).
El doctor Heywood Floyd, que es el único tripulante de la lanzadera que acaba de llegar a la estación, se encuentra de camino a la base lunar Clavius, donde parece ser que ha ocurrido algo "anómalo". En la estación se cruza con un equipo de científicos soviéticos (sí, la URSS todavía existía y por lo visto llegaba al siglo XXI), quienes tratan de sonsacar información al estadounidense, pero amablemente les dice que no puede comentar nada al respecto.
Lo que realmente ha ocurrido es que los estadounidenses han identificado una anomalía magnética cerca de una de sus bases, y al hacer excavaciones allí han sacado a la luz un monolito idéntico al que vimos en las escenas de la prehistoria humana, y que se calcula que llevaba varios millones de años depositado allí a 12 metros bajo el regolito lunar.
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El Tycho Magnetic Anomaly 1 (TMA-1) |
Discovery y HAL 9000
Sin ningún preámbulo, la acción nos lleva ahora a bordo de la nave interplanetaria "Discovery", un gusano cabezón espacial donde una tripulación de cinco seres humanos (todos hombres, debe ser que en el año 2001 no hay mujeres científicas ni ingenieras) y un ordenador "avanzado", lo que hoy llamaríamos una IA, llamado HAL 9000 se dirigen rumbo a Júpiter, que es el destino de la transmisión efectuada por el monolito lunar..
Tres de los tripulantes se encuentran en hibernación, y fueron entrenados por separado y puestos a dormir antes de subir al Discovery, por lo que ninguno de los otros tripulantes humanos, los astronautas David "Dave" Bowman y Frank Poole, conocen nada acerca de su misteriosa misión. Durante unas cuantas secuencias vemos cómo es el día a día de los astronautas en su camino al sistema joviano, con HAL encargándose de todos los sistemas de la Discovery supervisado por Frank y Dave, que siguen a rajatabla sus rutinas de ejercicios, descanso y comunicaciones con la Tierra y sus familias.
Entonces algo ocurre, de repente HAL alerta sobre el mal funcionamiento de la antena principal de la nave, que dejará de estar operativa en 72 horas si no es reparada. Dave realiza una actividad extravehicular (EVA) utilizando una de las tres cápsulas de la nave, pero cuando realiza un diagnóstico ya de vuelta en la nave no encuentran avería ninguna.
Dave y Frank hablan en privado sobre lo que ha sucedido, y se plantean la desconexión de HAL porque claramente ha cometido un error de diagnóstico. Sin embargo HAL es capaz de leer los labios de los astronautas y se entera de sus planes, lo cual provoca que se vuelva paranoico y decida eliminar a la tripulación humana, porque piensa que es la forma más segura de poder llevar a cabo su importante misión, el verdadero objetivo que solo él conoce y que no puede revelar a sus compañeros humanos, motivo último que provoca su malfuncionamiento y su viaje al lado oscuro, ya que para él es imposible "mentir".
Hablemos algo del "Intermission", ya habíamos comentado ese extraño comienzo de la película, que anunciaba que no estábamos ante un largometraje "normal". De nuevo en este punto de la historia toda la acción se detiene y una pantalla completamente en negro nos mantiene a la espera durante otros casi tres largos minutos, con un enigmático e inquietante sonido sintentizado de fondo. Personalmente no le veo mucho sentido a este recurso cinematográfico, no entiendo muy bien qué pretendía Kubrik con esto, y me da mucha pereza investigar, así que hago de tripas corazón y me resisto a darle al 2x.
Así pues, tras el caprichoso "Interludio", vemos a Frank que se encuentra realizando una nueva EVA en el exterior de la nave, volviendo a poner el supuesto módulo dañado en la antena. En ese momento, la cápsula vacía comienza a desplazarse siniestramente, HAL provoca un impacto con Poole que es enviado al infinito, cortando su suministro de oxígeno. Dave piensa que ha sido un accidente y sale rápidamente en otra cápsula en su rescate, y consigue hacerse con el cuerpo a la deriva de Frank, pero a su vuelta se encuentra que HAL se niega a dejarle acceder a la nave.
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¡HAL, quieres abrir la p&%a puerta, j%$&r! |
Sacrificando a Frank, que se aleja hasta perderse en la inmensidad del espacio (ojo, volveremos a saber de Frank en el cuarto libro de la saga), Dave consigue abrir manualmente una compuerta de la Discovery, utilizando los manipuladores de su cápsula, y en una arriesgada maniobra alinea su compuerta con la que acaba de abrir y fuerza la apertura sin descompresión del habitáculo, lo que hace que salga disparado hacia el interior de la Discovery. Premio al rigor científico por mostrar una explosión completamente muda hasta que Bowman consigue cerrar la compuerta y restaurar la atmósfera en el cubículo, momento en que vuelve a escucharse el penetrante silbido del aire entrando a presión. Así pues, por fortuna el plan para regresar a la Discovery sale bien, y Dave se dirige inmediatamente al compartimento donde residen los módulos de memoria y el "alma" de HAL para apagarlo.
El patético monólogo de la IA tratando de convencer a Bowman, con su voz calmada y carente de toda emoción, pone los pelos de punta. Uno a uno Dave va desactivando los módulos del ordenador, cuyas facultades cognitivas se van degradando progresivamente hasta que su mente se sitúa en su momento de conexión inicial, cantando una canción infantil con una voz cada vez más grave, hasta cesar por completo. Los pelos como escarpias.
Justo cuando HAL es desactivado completamente, Dave visiona la transmisión secreta en la que se explica el verdadero motivo de la misión, y la transmisión del monolito lunar.
El monolitón
Tras una nueva elipsis, la acción nos lleva a las cercanías del sistema joviano, donde se encuentra en órbita una enorme versión del monolito encontrado en la Luna. Sus proporciones siguen siendo 1:4:9, pero esta vez en lugar de metros son kilómetros. Como curiosidad, en la historia original del libro el monolito se encuentra en órbita alrededor de Jápeto, una luna de Saturno, pero a finales de los 60 no habían fotografías lo suficientemente buenas para ser utilizadas en la película, y el arte conceptual era muy arriesgado, así que decidieron trasladar la historia de Saturno a Júpiter, del que sí existían fotografías lo suficientemente buenas. Este detalle aparentemente menor afectaría a todo el desarrollo de la saga literaria que Clarke acometió después, pero eso lo veremos en la reseña de 2010: Odisea dos.
Así pues, Dave sale nuevamente al exterior en una cápsula para investigar el gran monolito, y al acercarse comienza a ver en su superficie unas extrañas luces, y sufre una experiencia sensorial total. Si nos atenemos a la interpretación de la novela de Clarke y de los "estudiosos" de la versión de Kubrik, lo que vemos es un viaje intergaláctico por el universo. Son casi diez minutazos de pura psicodelia con imágenes subliminales, colores, flashes, bueno... yo lo habría dejado en 9 minutos pero Kubrik es el genio.
Finalmente la larguísima (eterna) secuencia acaba abruptamente con la cápsula y Dave dentro de una extraña habitación fuertemente iluminada, de aspecto antiguo, pero con el suelo iluminado.
A partir de este punto, en mi opinión, la película yerra completamente a la hora de trasladar a la pantalla la historia original. No me extraña que muy pocos entiendan el final de Kubrik, únicamente los que hubieran leído el libro entenderían lo que quieren decir las imágenes. Para empezar, hay algunos elementos clave importantísimos que no se tienen en cuenta: en el libro nos dejan muy claro que esa habitación es un alojamiento temporal creado por las entidades que idearon los monolitos, para mantener a Dave vivo esté donde esté tras su viaje galáctico, y permitir la transición que va a ocurrir a continuación. Pero todos los objetos que se encuentran en la habitación son solo vagas aproximaciones de objetos reales, por ejemplo los libros no tienen hojas, y los títulos de los lomos y las portadas son parciales, la propia habitación aparece en una película... Dave cae en la cuenta de que los entes han hecho lo que han podido basándose en imágenes y programas de TV contemporáneos a la época en que TMA-1 fue descubierto.
Allí Bowman tiene una serie de visiones de sí mismo cada vez más viejo, envejece muy rápidamente en unas pocas secuencias consecutivas, y ya muy anciano, tendido en la cama, con su último aliento señala un nuevo monolito frente a su lecho de muerte: el siguiente paso evolutivo está listo. En la historia original lo que ocurre es que Dave utiliza la habitación durante unas horas, hasta que el cansancio le vence y se queda dormido en la cama, momento en que ocurre la "transición". En cualquier caso, la mente de Dave pasa a una existencia incorpórea, su cuerpo, la cápsula, la habitación... todo desaparece pues ya no es necesario, y David Bowman se convierte en la primera entidad de origen humano que es energía pura y que puede viajar libremente por todo el universo, el primer "niño de las estrellas", que Kubrik representa con un feto humano listo para ser alumbrado, y lo primero que hace es visitar con gran curiosidad la Tierra, su mundo original.
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El niño de las estrellas visitando su mundo original |
Con esta imagen tan potente y, nuevamente, con la melodía de Strauss de fondo, se pone punto final al periplo de 2001.
Conclusión
Según mi calificación personal (totalmente subjetiva claro está), la película no obtiene las 5 estrellas de obra maestra porque el cine, para ser una obra maestra (siempre según mi pobre opinión, insisto), debe poder llegar a la mayor cantidad de público posible, de todo tipo y condición.
No me cabe duda de que 2001 Una odisea espacial será la obra maestra por antonomasia para bastantes expertos en ciencia ficción, para bastantes expertos en cine, o para gente que es ambas cosas, pero para mí peca de ser demasiado experimental, y no logra trasladar a la pantalla completamente la idea original de Arthur C. Clarke. No se hasta donde el escritor pudo "meter mano" en la adaptación, pero si quedó conforme con el resultado (sobre todo al final) opino que se equivocó.
Esa quinta estrella que le quito se debe exclusivamente a esto, a la pedantería de Kubrik (sí, pedantería), de no "rebajarse" a plasmar de una forma más "amigable" y fiel todo el tramo final de la película. Siempre desde el respeto a todas las opiniones y gustos, para mí, se podría haber contado de otra manera, y la gran película se habría transformado en obra maestra.
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